La madera es uno de los mejores materiales que hay para la construcción. Sin embargo, también es un material sensible, por lo que tiene que ser cuidado acorde a su calidad. Una casa de madera puede ser la más barata y eficaz manera de construir un hogar rápido, pero hay que saber escoger cómo y con quién se trabaja.
En este artículo te vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre la madera, y cómo cuidarlo para que tu casa de madera se mantenga perfectamente.
¿Qué factores pueden afectar a tu casa de madera?
La madera, aunque se considera uno de los mejores materiales para la construcción, es necesaria que se trate. Por ejemplo, hay ciertos hongos e insectos que la pueden degradar. En el caso que el material de tu casa de madera sufra de alguno de los dos, toma todas las precauciones necesarias. Es por eso que te recomendamos que hagas revisiones temporales para ver que no tienes hongos o insectos.
El clima también puede afectar a la madera. Aunque es más resistente que otros materiales como el ladrillo o el metal, las condiciones climáticas la degradan a lo largo del tiempo, por lo que es importante que la cuides con todo lo necesario.
¿Cómo afecta el sol y la humedad a la madera?
La radiación ultravioleta puede actuar sobre la celulosa de la madera, que le puede causar la pérdida del color original. Cuanto más larga sea su exposición a ésta, mayor será la decoloración de la madera.
Por lo general, el deterioro suele centrarse en los primeros 7 años, ya que a partir de esta fecha el nivel de degradación se mantiene, siendo mucho más importante en las capas exteriores de la madera que en sus capas internas. Ten en cuenta que el impacto de la radiación ultravioleta se puede multiplicar si en el mismo periodo hay exposiciones a la lluvia.
Por otro lado, el espectro de infrarrojo de la luz solar puede provocar el desecamiento de la madera, lo que puede generar grietas en ella (sobre todo en el caso de las más oscuras). Estas grietas pueden desencadenar en daños estructurales o permitir la entrada de la humedad (y con ello la proliferación de hongos).
La lluvia también puede resultar perjudicial para la madera. Por ejemplo, en lugares donde llueve mucho y la humedad es alta, la madera tiende a dilatarse. La dilatación puede crear daños internos en las capas internas de la madera, hasta el punto de llegar a descomponerse.
Sin embargo, en sitios secos el proceso es inverso, ya que la madera se contrae, lo que puede provocar grietas a la larga (con las consecuencias que hemos explicado unos párrafos más arriba).
Cómo se puede cuidar tu casa de madera para que dure en el tiempo
Como hemos contado en apartados anteriores, la madera se puede deteriorar a lo largo del tiempo. Sin embargo, hay mecanismos que ayudan a su conservación.
Por ejemplo, una buena práctica es la de aplicar varias capas de barniz o tratamientos profesionales. Así se les aplica una capa de robustez extra contra las inclemencias del tiempo. También se recomienda airear la casa de madera una vez cada 6 meses (sobre todo si la vivienda pasa largos periodos deshabitados). Así se combate la humedad que puede surgir en su interior.
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