En esta entrevista a la soprano Sonia de Munck veremos cómo una buena formación es imprescindible para triunfar
Sonia de Munck

En nuestra investigación sobre la formación musical y en concreto sobre la formación vocal en España hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Sonia de Munck, Soprano. En esta entrevista veremos cómo una buena formación es imprescindible para triunfar. El apoyo recibido por sus profesores y un buen entorno de trabajo facilita el aprendizaje. También reflexionaremos sobre cómo es necesario el acceso a la vida profesional para un aprendizaje más completo. En definitiva, nos desvela los secretos de esta profesión.

Muchos jóvenes y niños quieren ser cantantes pero en ocasiones solo vemos los resultados y éxitos de unos pocos que con mucho esfuerzo y dedicación consiguen llegar a las grandes salas de conciertos y teatros de nuestro país y fuera de él. Un ejemplo de esta lucha por triunfar en un mundo muy exigente y que requiere tanta dedicación es la cantante Sonia de Munck:

La soprano madrileña Sonia de Munck estudió con María Dolores Travesedo y Miguel Zanetti en la Escuela Superior de Canto de Madrid, obteniendo el Premio Fin de Carrera Lola Rodríguez Aragón. Ha recibido clases magistrales de Victoria de los Ángeles, Dolora Zajick, Istvan Cserjan, Wolfram Rieger, Enza Ferrari, Janine Reiss y Alberto Zedda, y ha sido premiada en los concursos de canto Ciudad de Logroño y Pedro Lavirgen.

Ha actuado en los principales teatros españoles, donde ha cantado óperas de Mozart, Donizetti, Bellini, Verdi, Puccini, Wagner, Músorgski, Lehár, Johann Strauss, Britten y Montsalvatge, así como zarzuelas de Sorozábal, Vives, Nieto y Giménez, Asenjo Barbieri, Arrieta y Chapí. En el campo del oratorio, ha interpretado obras de Vivaldi, Bach, Pergolesi, Haydn, Mozart, Orff y García Abril. También ha ofrecido numerosos recitales acompañada por pianistas como Miguel Zanetti, Fernando Turina o Aurelio Viribay. En el ámbito de la música contemporánea ha colaborado con el Trío Arbós y ha cantado óperas de Leonardo Balada. Ha trabajado bajo la dirección musical de Jesús López-Cobos, José Ramón Encinar, Miguel Roa, Miquel Ortega, Karel Mark Chichon, Antonino Fogliani, Jorge Rubio, José Miguel Pérez Sierra y Álvaro Alviach, y con directores de escena como Lluís Pasqual, Gustavo Tambascio, Emilio Sagi, Luis Olmos, Ignacio García, Ian Judge, Patrick Mailler y Tomás Muñoz. Con Pablo Heras-Casado ha grabado la zarzuela La Clementina de Boccherini.

Miguel Huertas y Sonia Munck
Miguel Huertas y Sonia Munck

Recientemente, ha cantado Marina de Emilio Arrieta en el Teatro de la Zarzuela, dirigida por Cristóbal Soler y Óliver Díaz, y las Lettere Amorose de Domenico Scarlatti en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, bajo la dirección de Alan Curtis. (De Munk, Sonia. 2020)

Esta entrevista fue realizada el día 4 de octubre de 2019 en el domicilio de Sonia de Munck que tan amablemente abrió las puertas de su casa para dejarnos entrar y entrevistarla. La entrevistadora es María Dolores Castellón Pérez, alumna de la Escuela Internacional de Doctorado de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.


Entrevista a Sonia de Munck

[Loli] – Hoy tenemos la ocasión de conocer a Sonia de Munck que es cantante del Teatro de la Zarzuela. Y cuéntanos, Sonia: ¿Dónde has vivido? ¿Cuál ha sido tu origen? ¿Cómo llegaste a la música? Un poco sobre ti…

[Sonia] Yo he vivido siempre en Madrid. Soy de madre madrileña y de padre belga. Y siempre hemos vivió en Madrid. Mi padre un gran aficionado y dirigía corales. Entonces empecé a cantar en una de las corales que dirigía en Tres Cantos (Madrid). Y poco a poco fui conociendo a personas que me pudieron ayudar para encarrilarme un poco el al faceta que a mí me gustaba que era el canto.

Comencé a estudiar en Tres Cantos en la Escuela Municipal de Música. Y después de ahí hice las pruebas de acceso a la Escuela Superior de Canto. Y comencé la carrera, primero con Celia Langa, luego con Vicente Cabo y finalmente con María Dolores Travesedo que es a través de quién conocí a Julio Robles.

¿Siempre has vivido en Madrid o por tu trabajo has tenido que moverte?

Si, por mi trabajo viajo, pero siempre he tenido el domicilio en Madrid.

¿Cuál es tu trabajo actualmente?

Comencé en la Escuela Superior de Canto. Y comencé primero a cantar en el Coro del Teatro Real. Pero ya a partir de esa etapa pude comenzar a hacer papeles como solista y sigo desde entonces. Trabajo como autónoma y dónde me necesiten allí voy. Trabajo con agencia de cantantes y en cuanto hay algo en que los teatros han pensado en mí pues allí voy.

Entonces ¿no eres cantante residente del Teatro Real, perdona, del Teatro de la Zarzuela exclusivamente?

No,no,no,no,no. He tenido la inmensa suerte de debutar en el Teatro de la Zarzuela, creo recordar en el 2004 con dos obras de Leonardo Balada, ¡Hangman, Hangman! Y The Town of Greed. Y a partir de ahí, eran dirigidas por Gustavo Tambascio y por José María Encinar, y entonces a partir de ahí comencé a tener un contacto directo con el Teatro de la Zarzuela y prácticamente cada temporada he actuado allí desde entonces. Son muchísimos los títulos que he tenido la inmensa suerte de hacer allí. Pero también he trabajado en el Liceo, he trabajado en el Teatro Real, en el Teatro de la Maestranza. Ha habido varios teatros que frecuento.

'El pájaro de dos colores' de Conrado del Campo
‘El pájaro de dos colores’ de Conrado del Campo

Me has comentado que estabas en la Compañía de María Dolores Travesedo. ¿Durante cuánto tiempo estuviste con ellos? ¿Cómo fue aquello?

La verdad es que fue una experiencia maravillosa. Primero porque todas las cosas que hacía estaban muy supervisadas por María Dolores Travesedo. Entonces en cuanto a la técnica, como ella me aportaba un sustento tan sólido me permitía que después al hacer los diferentes papeles siempre fueran los más adecuados para mi voz y ella estaba en todo el proceso de creación del personaje. Eso es muy positivo sobre todo cuando se empieza. También me permitía el contacto con el público. Esto lo simultaneaba en un principio con la Escuela Superior de Canto. Y es verdad que hay oportunidades para cantar en la escuela y estar en contacto con el público, pero esto era un paso más, porque era a nivel profesional. Estaba rodeada de profesionales habituadísimos a cantar en los teatros y que tenían experiencias que te transmitían. Este tipo de compañías, además permitían el aprendizaje del joven con todas las experiencias que te podían transmitir tus compañeros, y eso es un tesoro y eso era una maravilla.

¿Dónde actuabais con la compañía? ¿Aquí en Madrid?

Si, en el Centro Cultural de la Villa. Recuerdo haber hecho un Rigoletto con ellos. Hacíamos también antologías de la Zarzuela. Hacíamos Zarzuelas completas, en diferentes provincias de España. Estabas viajando y con muchas ilusiones, muchas ilusiones. Porque además cuando uno empieza pues lo quiere hacer todo muy bien y cada vez que llega un papel nuevo es un reto. Y nos cuidaban mucho. Cuidaban mucho que fueran los papeles idóneos y ya te digo, en cada parte del proceso María Dolores estaba muy pendiente y al final para nosotros era muy enriquecedor.

¿Cuántos eráis en la compañía?

Pues eso no lo recuerdo. No te puedo decir. Porque te voy a decir un número y no va a ser. Porque a demás dependía de la obra que se hiciera. Dependí también de las características que se necesitaran para la orquesta, de las características que se necesitaran para el coro. Es verdad que había compañeros que te encontrabas regularmente. Y luego si se necesitaba una orquesta más nutrida, más densa o mayor cantidad de coro pues… Dependía en función de la representación y de la obra.


En todo ese ir y venir de la compañía. ¿Qué papel jugaba Julio Robles dentro de la compañía?

Yo a Julio Robles lo conocí antes incluso de tener alguna participación en la compañía. Lo conocí porque él era el repertorista cuando íbamos a trabajar con María Dolores Travesedo. Había clases que nosotros dábamos solo con María Dolores. Pero ella consideraba necesario oírnos los roles completos. Cuando se aproximaba un recital o cuando teníamos un compromiso importante esas clases eran todavía más necesarias. Entonces contábamos con la ayuda de Julio que hacía de repetidor, de pianista. Y podíamos ajustar las obras tanto técnicamente como musicalmente.

¿Sobre qué año es esta época?

Pues creo recordar que es entorno al año 2000. A lo mejor 1999 o año 2000 es cuando yo conozco a Julio.

¿Durante cuánto tiempo estuvo Julio con vosotros en la compañía?

Pues yo con él estuve trabajando entorno a 4 o 5 años, creo recordar.

¿Y cómo era tu relación con Julio? ¿Era directa o indirecta? ¿Muy próxima o distante?

En las clases en las que hay tres personas siempre todo es muy próximo. Lo que si recuerdo es que Julio era sobre todo al principio bastante tímido. Y era una persona tremendamente dúctil. En cuanto a que nosotros llevábamos un repertorio y un día hacíamos una cosa y otro día hacíamos canción de concierto, otro día hacíamos ópera, otras veces zarzuela cuando íbamos a las clases. Y él era muy dúctil porque en seguida llevabas algo a primera vista, no había ningún problema. Eso era fantástico con él.

¿Pero él no os corregía técnica? ¿Él simplemente pasaba repertorio?

No. La persona que nos corregía la técnica era María Dolores. Él hacía algunos apuntes en algún momento de algún pasaje. Si en algún momento había algún problema de ritmo o de afinación él si hacía sus apuntes. Pero la persona encargada de sugerir cómo corregirlo era María Dolores.

¿Hay alguna anécdota que recuerdes de los ensayos o de aquella época?

Pues recuerdo una vez que tenía que cantar en la boda de unos amigos de María Dolores. Y ella no podía ir y entonces me dijo: te importa que son amigos y tal. Había un lied de Bach que yo no le encontraba… La tesitura muy grave era demasiado grave y la muy aguda era demasiado aguda… Y entonces recuerdo que yo decía es que esto no se cómo lo voy a hacer. Julio me apareció con la partitura transcrita por él mismo, y me pareció una cosa tan bonita. Porque lleva mucho tiempo, o por lo menos a mi me llevaría mucho tiempo. Se que una persona habituada lo hace en menos tiempo. Pero encontrar el momento y hacerlo pues a veces da un poco de pereza. Me apareció con la partitura… Y todavía la conservo. Porque amigas mías soprano me la piden porque es una tesitura idónea, ni demasiado agudo ni demasiado grave. Y la tengo guardada porque fue un regalo muy bonito. Implicaba todo ese tiempo de estarla realizando.

¿Recuerdas algunos otros compañeros de esa época?

Que estuvieran en la clase de canto, yo siempre iba con mi marido Cesar Gutiérrez[1], que es tenor. Y que íbamos primero uno y luego otro. Uno veía la clase del otro. Sobre todo, en un principio se aprende muchísimo de ver la clase de otros compañeros y de ver cómo los corrigen. Y recuerdo ir con él, sobre todo. Había más compañeros, como Gloria Casero, que ahora es profesora de conservatorio. Y luego en la compañía pasaron tantos cantantes que ahora están en activo. Pues recuerdo a Antonio Lagar, por supuesto, que le guardo un recuerdo de un amor… Porque fue una persona que se portó con nosotros siempre tan bien, tan bien, con tanto cariño que le tenemos un recuero… Una persona fantástica, que tanto para mí como para mi marido María Dolores y él fueron puntales en ese primer momento.

¿Hay alguna otra cosa en particular que quieras contarnos de esa época?

Durante toda la carrera uno tiene que estar como una página en blanco muchas veces para recibir lo que te dan. Y yo recuerdo esa época, una época de una ilusión máxima y en la que todo lo que te decían lo absorbías como una esponja. Tanto las enseñanzas de María Dolores Travesedo como de Julio Robles. Que a veces la labor de la persona que está de repertorista o de pianista acompañante, en las clases de conjunto me refiero, parece más secundaria pero no lo es. Es muy importante la labor que realizan. Y le recuerdo siempre la palabra de aliento, de ánimo, de que tu te creyeras que eras capaz de hacer las cosas. Que hay personas con gran sabiduría que lo que hacen es hacerte sentir pequeñitos a su lado. Y Julio no, Julio era todo lo contrario. Era una persona que te alentaba que te animaba a pensar que tus límites no eran los que tu creías, sino que podías con las cosas. Y eso en ese momento es vital, es fundamental, y él eso lo hacía muy bien.

Creo que es suficiente. ¿A no ser que recuerdes alguna otra cosa?

Mira estoy pensando en los compañeros con los que trabajamos. Hay tantos, yo recuerdo a Ernesto Grisales, Nuria Lamas, Carmen Aparicio, son muchos, pero seguro que esta noche me acuerdo y te escribo un email.

Bueno puedes escribirme un email o un WhatsApp o lo que quieras

Fue una época de trabajo muy muy bonita.

Siempre los comienzos son un poco entre la duda, el esfuerzo y el no saber lo que te depara el futuro. Es esa incertidumbre que cuando te sientes bien apoyado, o por lo menos cómodo yo creo que resulta más fácil. El tener un pianista que esté en el grupo, remando en la misma dirección que todos siempre es de agradecer.

Si, porque en esa época somos en determinados momentos muy vulnerables. Necesitas a personas que te estén sosteniendo y que te den sensación de seguridad. Y te aferras a eso y con el trabajo bien enfocado y si estás en buenas manos todo es más fácil.

Yo recuerdo una vez que dimos un concierto en el Conde Duque que solo podías cantar una canción. Era un concierto de varias personas que van allí a las cabinas de ensayo. Entonces hicieron un concierto con todos nosotros. Y no nos quedamos contentos con la actuación y me dijo Julio: -Loli ve otra vez y dile que si puedes repetir, que si puedes cantar otra canción. Y a mi me daba tanto corte. Porque esta todo tan organizado, cada uno tiene su tiempo para actuar… Hacer una improvisación para el programa de ellos lo mismo no… y Julio: – Si, tú ve, tú ve que seguro que como eres joven te van a hacer caso… dije, bueno, venga voy. Y sí, nos dejaron repetir. Fue estupendo porque ese pequeño empuje que a veces dices que ¡ah! Si, lo he hecho bien, vale estoy conforme. Pero si hay una persona que te esta diciendo prueba un poco más. Ese pequeño empuje a veces hace la diferencia entre quedarte donde estás o seguir avanzando.

Dependiendo de la personalidad de cada uno. Cuando empecé en todo esto yo era una persona extremadamente tímida. Y me decían cualquier cosa y yo me ponía roja. Yo si recuerdo conversaciones en ese sentido, que la timidez no sirve de nada en esta vida. Y entonces tienes que intentar pensar que la timidez no es sinónimo de buena educación. Que a veces lo confundimos, somos demasiado cautos. Nos han enseñado a no importunar… Y hay determinados momentos en la vida en los que no puede ser, porque te lo pierdes. A lo mejor por no importunar y ser demasiado empático y ponerte en el lugar del otro que a lo mejor dice: – Ay, voy a tener que escuchar otra vez. Y no, a lo mejor estás haciendo una lectura errónea y precisamente quieren volver a oírte algo más.

Yo también he sido excesivamente tímida al principio. Y lo sigo siendo, pero es  algo que hay que olvidar.

No quiere decir que vayas por todos sitios así. Pero en algunos momentos hay que decir: venga voy un poco más.

Si no pecas de demasiado cauto a veces. Es algo que me digo yo todas las mañanas que no se debe hacer.

Muchas gracias, Sonia.

De nada. Loli un placer.

Igualmente.

Que vaya todo muy bien.

Gracias.


Tras la conversación con Sonia de Munck podemos concluir que la formación vocal en España tiene como punto de partida la formación musical general en las Escuelas de Música que realizan una labor importante como primer paso hacia lo que viene a continuación. Después la formación vocal continua en el Conservatorio o en la Escuela superior de Música. Pero es de gran importancia tener acceso al ámbito profesional para terminar tu profesión como cantante. Sonia nos comenta la gran labor que realza la Compañía de María Dolores Travesedo y de su pianista acompañante, Julio Robles García. Ambos forman un tándem perfecto para el apoyo y formación de nuevos cantantes. Y una vez que ha concluido la formación vienen las experiencias y los retos con cada producción. Estar en una agencia y conocer las obras a la perfección son la clave para superarte día a día y cosechar cuantos más éxitos mejor. Gracias Sonia por todos tus valiosos consejos.


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