5 razones para hacer jardinería japonesa

La jardinería japonesa es una tradición milenaria que se ha practicado durante siglos en el país. Sus plantas, diseños y técnicas de plantación han sido admirados durante mucho tiempo por los occidentales y hoy en día la jardinería japonesa sigue siendo muy popular.

En efecto, esta modalidad japonesa se caracteriza por una estética miniatura, donde los elementos se disponen de forma ordenada y armónica. El ocultamiento es una de las técnicas más utilizadas en este tipo de jardines, y consiste en esconder los elementos que no se quieren mostrar, como los muros o el mobiliario.

Otro elemento característico de este tipo de jardines es el shakkei, que consiste en emplear el paisaje alrededor del jardín para crear un efecto visual de miniaturización. La asimetría también es un rasgo común en los jardines japoneses, y se consigue disponiendo los elementos de forma desordenada.

Un poco de historia

Los jardines japoneses tienen una larga y rica historia que se remonta a los tiempos del taoísmo y el budismo chino. En el taoísmo, los jardines eran considerados como un camino hacia la inmortalidad, y se les dio un papel central en la cultura china.

Del taoísmo, los elementos de los jardines japoneses tomaron el paisaje natural, el agua y las rocas. Los primeros jardines japoneses se construyeron durante el período Nara (710-794). Estaban llenos de árboles frondosos y flores exóticas, y se diseñaron para imitar los senderos de los monasterios budistas.

En el siglo XII, con la llegada del budismo zen a Japón, los jardines tomaron una nueva forma. Los elementos naturales se simplificaron, y se enfatizaron las maneras básicas de la tierra, el agua y las rocas. Los jardines zen se diseñaron para ayudar a los practicantes a alcanzar la iluminación espiritual.

A lo largo de los siglos, los jardines japoneses han experimentado un sinfín de cambios, han reflejado la evolución de la cultura y la religión del país. Sin embargo, sigue siendo posible encontrar rastros de su larga historia en los muchos jardines que existen en Japón hoy en día.

En general, el objetivo de este tipo de jardines es crear un espacio tranquilo y armónico, en contraste con el mundo exterior caótico.

Aquí hay cinco razones por las que deberías plantar un jardín japonés:

1. Las plantas de jardinería japonesa son hermosas y exóticas.

Desde los delicados cerezos en flor hasta las grandes piñas bonsáis, hay una planta para satisfacer a todos. Si buscas plantas únicas y cautivadoras, definitivamente debes echar un vistazo a la jardinería japonesa.

2. Los diseños de jardines japoneses son increíbles.

Ya sea que elijas un diseño clásico o moderno, te sorprenderá lo creativo e innovador que puede ser el diseño de un jardín japonés. Los expertos en jardinería pueden ayudarte a crear el espacio perfecto para tu hogar u oficina.

3. Las técnicas de plantación utilizadas en la jardinería japonesa son extremadamente efectivas.

Los agricultores han estado usando estas técnicas durante siglos para cultivar plantas saludables y resistentes. Si quieres plantar un jardín que sea fácil de mantener, entonces la jardinería japonesa es ideal para ti.

4. La jardinería japonesa es extremadamente relajante.

No hay nada más tranquilizador que pasar un rato rodeado de plantas exóticas y hermosos paisajes. Si buscas un hobby que te permita desconectar del mundo y relajarte, entonces definitivamente debes considerar plantar un pequeño jardín japonés.

5. Los beneficios de la plantación de un pequeño jardín son increíbles.

No solo te permitirá disfrutar de todas las ventajas anteriormente mencionadas, sino que también te ayudará a mejorar tu salud general. La actividad física relajante que implica la plantación y cuidado de plantas puede ayudarte a reducir el estrés, mejorar tu sueño e incluso bajar la presión arterial. Entonces, sí estás investigando formas naturales de mejorar la salud, plantar un pequeño jardín podría ser una solución muy beneficiosa para ti.

Plantar un jardín japonés es un pasatiempo que exige no solo tu tiempo y paciencia, sino también los recursos materiales.

Diseños en casa: Comenzar con la jardinería japonesa

Muchas personas piensan que la jardinería japonesa es difícil de lograr, pero en realidad es más sencilla de lo que parece. El diseño de interiores japonés tiene mucho en cuenta la naturaleza, y un jardín japonés puede ser tan simple como unos pocos elementos naturales bien colocados. Si eres un principiante en jardinería, aquí te damos algunos consejos para crear tu propio jardín japonés.

La horticultura es el primer paso para lograr un diseño de interiores acorde a la estética japonesa. Se trata de cultivar plantas y flores en macetas o kokedamas, y cuidarlas con mucho cariño. Puedes usar plantas tradicionales como bonsáis o sakura, u optar por plantas más exóticas para darle un toque personal a tu jardín.

Una vez que tengas tus plantas listas, es hora de diseñar el espacio. Busca lugares en tu casa donde haya luz natural, ya que las plantas necesitan mucha luz para prosperar. También trata de colocar las macetas en grupos de tres o cinco, puesto que este es un número muy importante en la estética japonesa. Y por último, no olvides incorporar algunos elementos naturales como rocas o arena para crear un paisaje auténtico.

Bonsái

El bonsái es un arte japonés milenario que se dedica a la miniaturización de un árbol. Se pueden encontrar bonsáis de diferentes formas, tamaños y especies. Los bonsáis más comunes son:

  • Arce
  • caoba
  • chopo
  • ciruelo
  • fresno
  • ginkgo
  • melocotonero
  • olmo chinés
  • pino insigne
  • usheda

Aunque el arte del bonsái se originó en China, fue durante el período Edo en Japón donde alcanzó su gran popularidad. El nombre «bonsái» proviene de las palabras japonesas «bon», que significa «bandeja o maceta», y «sai», que significa «cultivo». La miniaturización de un árbol o planta para producir un bonsái requiere mucha paciencia y pericia.

Se pueden encontrar libros y tutoriales sobre el tema para ayudar a los principiantes en jardinería japonesa. Hoy en día, el arte del bonsái se ha extendido por todo el mundo y se considera un símbolo de belleza natural y tranquilidad.

Sakura

Plantar y cuidar un sakura no es muy difícil, pero requiere un poco de conocimiento sobre clima y suelo. La planta de sakura crece mejor en un clima templado, con una temperatura mínima de 12 ° C.

El suelo debe ser rico en materia orgánica y bien drenado. Un sitio soleado es ideal para plantar un sakura, ya que la planta necesita al menos seis horas de luz solar directa cada día. Al plantar un sakura, es importante cavar un hoyo lo suficientemente grande para que la planta tenga espacio para extender sus raíces.

Una vez que la planta está en el terreno, es fundamental regarla a diario hasta que se establezca. A partir de entonces, se puede reducir el riego a aproximadamente una vez por semana. Con los cuidados adecuados, un sakura puede florecer durante varios años. Sakuras son hermosas flores de cerezo que no encontrarás en ningún otro lugar del mundo. Su existencia es única, al igual que las personas que nos rodean.

Sakura nos recuerda que disfrutemos el momento, ya que pronto pasará. Valga la redundancia, plantar y cuidar un sakura es relativamente fácil, pero requiere paciencia y dedicación. Con los cuidados adecuados, se puede disfrutar de la belleza única de estas flores durante muchos años.

Conclusión

Muchas veces es necesario tener el empujón que te demuestre el porqué de una disciplina y las 5 razones que esta podría beneficiarte al realizarla con dedicación. Paz interior, perseverancia y amor.