Silla de oficina
Silla de oficina

Contar con un buen mobiliario de oficina es, probablemente, una de las mejores inversiones que podemos realizar para cuidar de nuestro equipo y de nuestra empresa. Al fin y al cabo, las últimas innovaciones en el diseño de este tipo de muebles pensados en exclusiva para trabajar han mejorado considerablemente en los últimos años, por lo que ya suponen más que un punto positivo para cualquier compañía. 

Dentro del mobiliario de oficina, si hay un elemento que destaca sobre los demás por ser el más decisivo a la hora de cuidar de la salud y el bienestar de la plantilla esas son las sillas de oficina. Hoy en día, en una era donde el trabajo frente al ordenador parece copar muchísimos puestos de trabajo, utilizar sillas ergonómicas y de alta calidad se ha vuelto una completa necesidad. 

Sillas de oficina de calidad, una inversión en salud

Pasar una jornada íntegra sentados pasa factura al cuerpo y, no contar con unas buenas sillas de calidad, supone estar apostando porque la salud de los trabajadores se deteriore de forma mucho más rápida y con peores consecuencias. Así, el hecho de invertir en material de oficina de calidad como pueden ser unas buenas sillas de oficina debería ser una verdadera prioridad para todo tipo de empresas. 

Así, en el día de hoy queremos analizar cómo influye la calidad de una buena silla en el desempeño diario de un trabajador, estudiando en qué puntos es clave para cuidar de su salud. 

Sillas ergonómicas y productividad, dos factores muy relacionados

Uno de los puntos más esenciales para obtener una buena productividad en el entorno laboral es dotar a los trabajadores de recursos que les permitan desarrollar sus tareas diarias con mayor comodidad. De esta manera es como se empieza a estudiar la influencia de la ergonomía del mobiliario en la productividad y de cómo estos dos conceptos están mucho más relacionados de lo que pensamos. 

A priori, normalmente podríamos pensar que la ergonomía únicamente se encarga de cuidar nuestra salud; en el caso concreto de las sillas, sobre todo, la salud de nuestra espalda. No obstante, y a pesar de ser esto totalmente cierto, la ergonomía va mucho más allá. 

Contar con sillas de oficina ergonómicas es hacer una inversión en comodidad para nuestros empleados. De igual manera que haríamos una inversión en un buen ordenador para que el trabajo se pueda sacar adelante de forma más eficiente, también debemos invertir en una buena silla ergonómica para que las tareas de la plantilla se puedan llevar a cabo de manera más adecuada. 

Así es como se prioriza, por una parte, el cuidado de la salud de los trabajadores, su bienestar y su comodidad y, al mismo tiempo, se invierte en un recurso que hará que, debido a estos motivos, aumente la productividad de la plantilla. Un equipo que trabaja en unas buenas sillas ergonómicas seguro será mucho más productivo que uno que hace su trabajo en un mobiliario incómodo y que no le facilita el desarrollo de sus tareas. 

Las sillas de oficina como un beneficio para los empleados y la empresa

Con todo el estudio de la ergonomía y la mejora de las condiciones de trabajo en las oficinas, actualmente se puede disfrutar, en términos generales, de instalaciones más sanas, más seguras y, en definitiva, más beneficiosas tanto para la propia empresa como para sus trabajadores. 

En este sentido, cualquier empresa puede comprobar las enormes ventajas de hacer una inversión en material de oficina de calidad, como pueden ser las sillas ergonómicas. Además de lo comentado sobre el aumento de la productividad, el hecho de poder trabajar en un lugar diseñado específicamente como oficina donde prima la comodidad y el bienestar es también sinónimo de menor absentismo laboral y de un menor ratio de bajas médicas laborales. 

De hecho, se calcula que más de la mitad de los trabajadores que desarrollan su empleo en el marco de una oficina han presentado problemas posturales en algún momento de su carrera. Además, las bajas médicas que aluden a dolores de espalda son unas de las más comunes, estando asociadas las principales quejas de los pacientes a la falta de ergonomía en el mobiliario de su oficina. 

Por este motivo, invertir en unas buenas sillas de oficina ergonómicas se convierte no solo en un beneficio para la salud y el confort de los propios trabajadores, si no también para la empresa que reducirá considerablemente el número y la gravedad de las bajas laborales.