Ya sea en casa o desde nuestro lugar oficial de trabajo, cuando pensamos en decoración de oficina solemos empezar por escritorios y sillas. Quizá pasemos después a pensar en estanterías y armarios.
No es poco común que el resultado sea un espacio frío y carente de vida.
Hoy te presentamos recomendaciones e ideas de accesorios y otros objetos en los que no se suele pensar y que contribuyen a crear una oficina inspiradora y con un toque personal.
Decorar una oficina sin sacrificar organización

¿Cuántas veces no acabamos con archiveros aburridos para organizar documentos y carpetas? En otras ocasiones, cuando el archivero falla, se recurre a cajas de plástico e incluso de cartón, como si nos estuviéramos preparando para salir huyendo cuanto antes.
Una buena alternativa es utilizar canastos. No es difícil encontrarlos en diferentes formas, tamaños y colores. Y si se tiene una visión en particular, ¿por qué no pintarlos?
Incluso la estantería más tradicional puede convertirse en un elemento de decoración cuando se utilizan recursos como plantas de interior o divertidos sujetalibros. Se puede incluso asignar un estante que tenga como único propósito la decoración.
Elementos inesperados

Dar toques de color donde menos se espera es una gran forma de mostrar nuestro estilo.
Podemos escoger una paleta y tratar de incluirla en accesorios pequeños. Y si se tiene la posibilidad, se puede incluso pintar grandes objetos como la mesa de escritorio en la que trabajamos.
A veces nos decantamos por alfombras y colores de pared neutros u oscuros porque tememos que el uso continuo o la suciedad se haga visible si usamos colores brillantes o claros.
No hay razón para temerle a los toques de color y estampados en las alfombras o en las paredes a la hora de decorar una oficina, siempre y cuando tomemos las precauciones necesarias para evitar señales de desgaste. Donde se venden muebles de oficina y accesorios es común encontrar también tapetes protectores transparentes para que las sillas no causen daños sobre la alfombra, o mamparas para evitar que las mesas de escritorio perjudiquen el papel pintado.
Puntos focales para decorar la oficina
Cuando se habla de decoración se suele hablar de puntos focales. Éstos son elementos que captan atención para permitir que el resto de la habitación conserve su balance.

Si no se tiene posibilidad de darse demasiados permisos, una buena alternativa es añadir únicamente un accesorio u objeto que se lleve las miradas.
Entre las alternativas que permiten que nos demos licencias artísticas se cuentan por ejemplo las lámparas de escritorio, macetas con plantas, flores frescas, o pinturas que puedan decorar la pared.
Estos accesorios dan un toque extra a la decoración de la oficina sin tener que cambiar muebles que quizá deban ser más prácticos que atractivos.
Paredes que hablan
Las paredes son espacios que suelen ser desaprovechados. Colgar un corcho o un pizarrón puede abrir posibilidades para que se vuelvan accesorios en los que podamos organizar nuestras notas, moodboards o calendarios de maneras creativas.
No solo se pone en muestra un poco de nuestra personalidad, sino que también se libera espacio de nuestras mesas de escritorio.
Un espacio 100% propio
Hay muchas formas de transmitir un mensaje y comunicar que el espacio en el que trabajamos es nuestro. A veces es a través del color, de objetos que son de nuestro gusto, e incluso nuestro modo particular de ordenar nuestros accesorios de trabajo.
Pero algo que nunca falla es tener presentes fotos, imágenes, frases que nos ayudan a motivarnos y recordar aquello que nos es cercano al corazón.
Las paredes o mamparas son excelentes para colgar fotos o pósters enmarcados, y el marco mismo se vuelve un objeto que podemos elegir acorde a nuestro gusto.
Muchos de nosotros ya trabajamos en espacios donde la funcionalidad y el diseño van de la mano, pero siempre hay maneras de personalizar un poco más nuestras oficinas y así motivarnos aún más.