Se habla mucho de las sillas cómodas para la espalda, pero, ¿qué características debe reunir una silla para que se pueda considerar realmente confortable, y apta para pasar muchas horas al día en ella? En Ofichairs nos ofrecen las claves para dar con aquellos modelos que verdaderamente pueden ser beneficiosos para la espalda.
Debe ser una silla ergonómica
Ante todo una silla debe ser ergonómica, teniendo en cuenta que esto no es sinónimo de “cómoda” sin más. Una silla cómoda no tiene por qué disminuir los dolores de espalda; es más, al hacer que no cambiemos de postura durante horas, puede producir mayores dolencias.
La ergonomía permite que el trabajador sufra el menor número posible de secuelas mientras permanece sentado. Este tipo de sillas están amparadas por estudios certificados de ergonomía para la prevención de enfermedades laborales.
Ten en cuenta el número de horas que vas a estar sentado
Puede resultar una obviedad, pero no siempre se sabe. Y sin embargo, los fabricantes homologan las sillas por las horas que se va a estar sentado en ellas. Hay muchas sillas de gaming que solo están homologadas para un uso horario de cuatro horas, y no las ocho que se suelen asignar a las de despachos y agencias.
¿Cómo debe ser un buen respaldo de una silla? es sinónimo de salud
El principal objetivo de muchas sillas ergonómicas es el apoyo de la espalda, pero todo asiento de trabajo debe reunir dos requisitos para prevenir problemas de tipo cervical:
- Dar apoyo a la espala con una inclinación de 90 grados o hasta 90 grados.
- Incluir amortiguación para empujar la espalda hacia delante al sentarse en la silla.
Por otra parte, el soporte lumbar tiene un papel esencial a la hora de prevenir el encorvamiento y minimizar la carga en la espalda. Teniendo esto en mente, además, el respaldo de una silla de oficina ergonómica idónea tiene entre 30 y 50 centímetros de ancho.
La presión máxima en la espalda es la que más relación guarda con los problemas de disconfort, dado que presiones máximas superiores a 40 KPa hacen que surjan molestias en la mayor parte de los usuarios.
Es importante que tenga brazos regulables
Aunque los brazos de las sillas no se suelen utilizar, lo cierto es que si tienen importancia. Su función es que descansen las extremidades, y poder cambiar la postura durante el día, o apoyarse para levantarse.
Como mínimo, la silla debe contar con regulación de la altura, si bien hoy en día se comercializan sillas con brazos regulables según los distintos movimientos.
Tienen que tener movimiento horizontal y ser curvas
El desplazamiento en horizontal de la silla sirve para adaptar la base al respaldo y a la posición de las rodillas. Los modelos que terminan en cascada (curva había abajo por la parte de las rodillas) evitan que el asiento atrape al usuario por detrás de las rodillas. La bandeja en la que nos sentamos tiene que ser suave y contorneada, para no causar compresión en los muslos y en las nalgas.
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