Ventanas de aluminio en el salón
Ventanas de aluminio en el salón

Tras el tiempo que hemos permanecido encerrados en nuestras casas por la llegada de la pandemia a nuestro país, hemos tenido tiempo más que suficiente para reconsiderar la decoración y muebles que utilizamos para nuestra vivienda. Así, muchas familias españolas se han topado con la necesidad de renovar sus ventanas, pero se ven abrumadas ante la inmensa variedad de opciones a las que tienen acceso. Incluso si se descartan opciones a considerar tras priorizar las ventanas distribuidas por empresas como la carpintería de aluminio Macrisal de Barcelona, uno de los principales fabricantes del sector, debemos utilizar algunos criterios para aligerar la búsqueda de la ventana de aluminio ideal.

Cómo encontrar la ventana de aluminio que necesitas

Las ventanas de aluminio suponen una oportunidad para adaptar tu vivienda a los estándares de la arquitectura moderna. Además, ofrecen una gran versatilidad y facilidad de montaje durante la obra, permitiendo su uso en grandes aberturas gracias a sus características tan particulares. Sus perfiles extruidos y huecos en su interior pueden personalizarse con una gran variedad de colores, suponiendo así una de las mejores soluciones a las que pueden recurrir los locales comerciales, escaparates y muros cortina para satisfacer las exigencias de estilo y de confort de los propietarios de estos inmuebles.

En los siguientes apartados, te mostraremos las claves a tener en cuenta a la hora de comprar una ventana de aluminio para tu hogar:

Material de la ventana

Sí, las ventanas están hechas de aluminio. Sin embargo, se deben tener en cuenta los diferentes tipos de ventanas de aluminio que pueden adquirirse:

  • Aluminio Frío: este material extremadamente rígido funciona muy bien para ventanas de gran tamaño, dado que no requieren de ningún tipo de mantenimiento. Además, el aluminio frío es completamente reciclable.
  • Aluminio RPT (rotura de puente térmico): se trata de un material muy rígido y reciclable empleado por ventanas cuyo extrusionado integra una separación entre los perfiles exteriories e interiores que sirve como puente térmico. Aunque no parezca gran cosa, este puente térmico es capaz de limitar las pérdidas de calor o frío, garantizando así una alta eficiencia energética en la vivienda. Esta propiedad se ha vuelto especialmente relevante tras las recientes subidas en la tarifa de la luz, así como por la creciente preocupación por los efectos del cambio climático en el medio ambiente.

Tipo de apertura

Existen una gran variedad de sistemas que se emplean en las ventanas de aluminio para su apertura. Entre las más utilizadas, encontramos:

  • Abatible: ventanas con apertura lateral en la hoja u hojas. Dado que ocupan espacio al abrirse, se recomienda que no haya cerca de ella ningún obstáculo que pueda dificultar su apertura.
  • Corredera: las hojas se deslizan horizontalmente, sin ocupar ningún tipo de espacio adicional al abrirse. Esto la hace especialmente recomendable para zonas limitadas por pilares, esquinas, muebles u otros obstáculos. Sin embargo, además de carecer de cierre hermético, las ventanas de corredera presentan un ángulo de apertura limitado por la propia hoja.
  • Batiente: estas ventanas presentan una apertura inclinada hacia el interior. De uso recomendado en baños o garajes, dado que permiten la ventilación de la zona sin necesidad de abrirla totalmente.
  • Oscilobatiente: versión extremadamente versátil del modelo practicable, dado que permite apertar lateral e inclinada hacia el interior. Esta última suele utilizarse para ventilar la estancia en la que se ha instalado.

Tipo de acristalamiento

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta se trata del tipo de cristales que emplean estas ventanas de aluminio, dado que cada una de ellas se caracteriza por una serie de propiedades concretas que podrían resultarte muy beneficiosas. El acristalamiento de las ventanas, por lo general, puede ser simple o doble, siendo este último el aquel compuesto por dos o más hojas de cristal que se mantienen separadas por una cámara de aire deshidratada o por gases.

En lo que respecta al vidrio, este puede disponer de un recubrimiento compuesto de óxido metálico capaz de reflejar la energía solar que incida sobre él. De esta manera, el cristal se convierte en el aliado perfecto para garantizar el aislamiento térmico del hogar.

Sin embargo, dicho aislamiento va más allá de la cantidad de capas de cristal que incluyan, dado que también influyen el grosor y el tipo de vidrio empleado. Conforme mayor grosor de cristal y más espacio exista entre las capas, mayor aislamiento térmico se conseguirá. La cámara existente entre las dos hojas suele oscilar entre los 6 y 25 milímetros, mientras que el grosor del vidrio tiende a ser siempre de 4 milímetros.

Estos son algunos de los consejos que debes tener en cuenta para saber cómo elegirlas. Cabe destacar que, con la finalidad de asegurar la calidad del producto que estás adquiriendo, investigues acerca de las tiendas a las que acudes. Para ello, puedes hacer búsquedas en Internet de opiniones y reseñas que hayan publicado sus clientes, para así saber con certeza si deberías fiarte o no de la calidad del catálogo que ofrecen las tiendas en las que estás interesado.

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