Su envidiable clima es una de las principales razones que convierten a Lanzarote en el destino perfecto para hacer una escapada en cualquier época del año. Pero escapar del frío no es ni mucho menos el único de sus incontables atractivos. Este paraíso canario, Reserva de la Biosfera, ofrece impresionantes paisajes y variedad de experiencias para todos los gustos.
Dependiendo de lo que se vaya buscando, Lanzarote ofrece desde animadas zonas turísticas a pintorescos pueblos donde huir del mundanal ruido. Opciones para todo tipo de presupuestos: resorts de lujo, hoteles, apartamentos o bungalows ideales para familias o grupos de amigos.
Actividades que hacer en Lanzarote
Entre el amplio abanico de actividades que ofrece la isla, merece la pena visitar uno de los parques acuáticos en Lanzarote. Están ubicados en las principales zonas hoteleras: Costa Teguise, Puerto del Carmen o Playa Blanca y tanto los más pequeños como los mayores disfrutarán de una divertida y refrescante jornada. Especialmente si se viaja con niños, es un imprescindible.
Otra visita que no debe faltar es a sus paisajes volcánicos. De hecho, Lanzarote es la más volcánica de las Islas Canarias. El aspecto lunar de algunas zonas de la isla como el Parque Nacional de Timanfaya, Los Hervideros, la caverna de los Jameos o la curiosa laguna verde del Charco de los Clicos. Sus cráteres, barrancos y grandes extensiones de lava solidificada sorprenden a los viajeros y son el escenario perfecto para regresar a casa con fotografías espectaculares.
Otra de las estampas más impresionantes que ofrece Lanzarote se disfruta desde El Mirador del Río, ideado por el gran César Manrique y ubicado a 400 metros de altura sobre el acantilado. Desde allí se puede admirar la vecina isla de La Graciosa en todo su esplendor. Quienes tengan tiempo y quieran visitar este singular destino, donde el tiempo parece haberse parado, podrán tomar el ferry y pasear por sus calles de arena.
Lanzarote puede presumir también de contar con algunos de los pueblos más bonitos de España gracias a su arquitectura tradicional muy bien conservada. Tanto las villas pesqueras como Punta Mujeres, Arrieta o Caleta de Famara; como los interiores: San Bartolomé, Yaiza, Nazaret o Tías, donde merece la pena visitar su célebre y hermosa iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria.
Playas paradisíacas
Pero sin duda, Lanzarote es conocida mundialmente por sus playas paradisíacas. Una de las más famosas es La Playa de Papagayo, una joya salvaje de arena blanca y aguas cristalinas, libre de edificaciones cercanas. Quienes prefieran una playa volcánica de arena negra pueden visitar Palaya Quemada, ubicada al sureste de la isla. O Caletón Blanco, considerada una de las postales de la isla. Se trata de un conjunto de calas de arena blanca en el pueblo pesquero de Órzola.
Lanzarote es además el primer destino mundial en obtener la certificación Biosphere Responsible Tourism por las políticas de sostenibilidad turística que han implementado y que valoran los turistas de todo el mundo.
Gastronomía de Lanzarote
La gastronomía autóctona será otro de los alicientes del viaje: sus famosas papa arrugadas con mojo o sus deliciosos pescados frescos. Los amantes de los vinos disfrutarán enormemente de la calidad de los vinos lanzaroteños.
En definitiva, Lanzarote es una destino muy completo que ofrece paisajes espectaculares, arte, cultura, deportes al aire libre y emociones para todas las edades y gustos.
