Cómo causar una buena primera impresión. El Magacín.
Cómo causar una buena primera impresión. El Magacín.

La presencia física es tan o más importante que lo que se dice o cómo se dice. La primera impresión es la llave que puede abrirnos algunas puertas o cerrárnoslas para siempre. Una buena imagen personal genera en nosotros confianza y seguridad. Lo saben muy bien los políticos: prestan tanta atención a lo que dicen (redactores, asesores, jefes de prensa) como a la imagen que proyectan (asesores de imagen).

Cuidarse no es de presumidos

Nuestra imagen es nuestra carta de presentación. A la hora de buscar empleo nuestra imagen habla por nosotros antes siquiera de haber abierto la boca.

Si al ir a comprar un teléfono móvil ves que la caja está rota ¿no se lo harías saber al vendedor? Por supuesto que sí, y sin embargo al encender el teléfono este puede funcionar perfectamente, pero la primera impresión habrá sido suficiente para no adquirirlo.
Un futuro entrevistador observará de ti tres recursos: actitud, preparación y apariencia personal.

Nosotros somos cajas de móviles y queremos que nos compren. Por tanto debemos reflejar lo que queremos vender, para ello debemos utilizar todos nuestros recursos, el principal es la persuasión. Debemos pensar ¿por qué deberían contratarnos a nosotros y no a otro?


Cuando tengas claro lo que implica tu imagen lo demás es sencillo. Vamos a ver algunas sugerencias que te permitirán causar una buena impresión a la hora de buscar empleo, considéralas:

  • Revisa si tu ropa está impecable.
  • No cometas el error de arreglarte la corbata al llegar ni sacar un peine.
  • Sé puntual.
  • Sonríe.
  • Camina con seguridad. Recuerda, estás preparado.
  • Mantén tus manos libres para saludar.
  • Es normal estar nervioso, no te preocupes. Camina a un paso normal, respira profunda y pausadamente.
  • No se te ocurra meterte las manos en los bolsillos del pantalón ¡queda fatal!
  • Mantén el contacto visual.
  • Sé tú el primero en ofrecer la mano.
  • Da un apretón de manos firme (no se la fractures).
  • No seas tú el que vaya a saludar con besos.

Bien, hasta aquí sigues siendo un buen candidato para el puesto de trabajo por el que tanto has soñado. Si estás nervioso recuerda controlarte, cree en tus oportunidades, sé optimista.

¿Ya estás frente a tu entrevistador? ok, estás preparado al 100%. Veamos en qué consiste ese 100%:

55% equivale a tu imagen, el 38% que corresponde a tu tono de voz y el 7% restante recae en las palabras que pronuncies. Utiliza las frases correctas, medita antes de hablar, consulta con tu cerebro cada contestación.

Perfecto, retornemos al 55% correspondiente a tu imagen. Si vas impecable tu entrevistador terminará deduciendo “si esta persona cuida de su imagen también cuidará de su empresa”. A nadie le gusta contratar a una persona que no tenga buenos hábitos de higiene o que sea un descuidado. Tal vez nuestros recursos son limitados pero eso no nos da luz verde para no saber las reglas del “buen vestir”.


Hay un motivo adicional para ir bien vestido a una entrevista de trabajo y es que nos sentimos más seguros de nosotros mismos. ¿Lo has experimentado? ¡Es terrible llegar a una entrevista de trabajo vestido de  una forma inadecuada! y más, cuando vemos a otros candidatos al mismo empleo que esperan para ser entrevistados y van vestidos de manera idónea para la ocasión. ¿Y qué sucede cuando te percatas de esta situación? Tu seguridad y confianza se socavan.

Aunque la entrevista de trabajo no es una pasarela de moda no puedes darte el lujo de tener una mala imagen. Conseguir una entrevista no es fácil. Practica y veras que una pequeña diferencia en la ejecución lleva a una enorme diferencia en el resultado, vestir bien te hará sentir seguro. Recuerda: “El mundo te ve como tú te ves”.

Aparte de esto nos permitimos darte algunos consejos adicionales:

  • Mantente saludable: Una vida saludable se nota. Duerme las horas que tu cuerpo necesite, haz deporte, come bien.
  • Cuida tu expresión no verbal (gestos, caras, ademanes): En ocasiones podemos estar diciendo una cosa con la boca y otra contraria con los gestos.
  • Que no se note si tienes un mal día: Puede que tu entrevistador también tenga un mal día, pero no se tiene que notar. Todos tenemos problemas, absolutamente todos.
  • Muestra interés: Te sorprendería percatarte de lo rápido que se toma confianza con alguien al que le interesa lo que dices.

Sigue nuestros consejos y si quieres cuéntanos tu experiencia. ¡Ánimo!

Ernesto Benítez
@Ernestobentez1

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here