¿Qué es una empresa? Muchas personas podrían creer que es solo una compañía que realiza una actividad económica. Y no se equivocarían, al fin y al cabo, una organización necesita ofrecer un producto o servicio al mercado para sustentarse. Pero si nos detenemos a pensarlo, no habría nada que mostrar sin los empleados.
La decisión de compra se toma en función de varios factores. Puede que nos interese ahorrar y estemos buscando un buen precio o que, simplemente, no queramos desplazarnos demasiado lejos. Pero aun así, las elecciones planteadas tendrán algo en común. Iremos a comercios en los que nos sentimos bien tratados.
Al final, nuestras decisiones se basan en los trabajadores. Son ellos los que ejecutan las tareas. Representan a la empresa y se esfuerzan día a día para que todo funcione correctamente.
Por ello, las organizaciones tienen que ser conscientes de la importancia del papel del trabajador en la compañía. Y por esta misma razón, deben poner en valor la relevancia de la atracción y retención del talento.

Muchas compañías se enfrentan a la escasez de talento. Las causas suelen ser la falta de experiencia, la carencia de competencias y las altas expectativas. Representa una brecha entre lo que el mercado laboral ofrece y lo que están dispuestos a aceptar los candidatos. Este contexto se destaca por la falta de conocimiento en gestión del talento por parte de las organizaciones.
La política de gestión interna marcará el rendimiento y el bienestar general. Es común pensar que únicamente los altos cargos poseen talento, que solo las multinacionales y las grandes empresas son las que deben de preocuparse por este tema o incluso que el proceso es muy caro. Pero estas concepciones son puros mitos.
Todas las personas son talentosas y tienen destreza para alguna actividad específica. No solo es responsabilidad de los trabajadores, mostrar y comunicar sus habilidades. Las organizaciones y sus managers tienen que aprender a reconocer estas aptitudes. Con ello, deben de implementar estrategias para que cada empleado ocupe el lugar que le corresponda en función de sus capacidades, habilidades y formación.
Beneficios de la gestión del talento
La gestión del talento se entiende como un conjunto de procesos internos de recursos humanos planteados para captar, estimular, promover y conservar a los trabajadores de una empresa y sus habilidades.
Esta técnica repercute tanto a la compañía como a los empleados. El reconocimiento y la introducción de acciones para el desarrollo de la plantilla, consigue aumentar la cualificación. Y así, se obtiene un personal capaz de enfrentarse a situaciones complicadas y de crisis.
Esta forma de actuar acrecienta la confianza y compromiso del equipo y con ello, mejora los flujos de trabajo y el funcionamiento general. Así pues, esto repercute a los clientes y por consiguiente, a los beneficios de la organización.
Asimismo, valorar a los empleados y establecer métodos para que el talento crezca y pueda evolucionar repercute en el rendimiento. Estamos acostumbrados a realizar las mismas tareas a lo largo de nuestra jornada laboral, pero la posibilidad de cambiar y progresar crea una conexión emocional.

Antiguamente, las personas encontraban un empleo y trabajaban en ese mismo lugar durante toda su vida. Hoy en día, tanto el mercado laboral como las prioridades de los candidatos han cambiado. Si lascondiciones laborales de un negocio son deficientes y no posibilitan cultivar el talento, este se da a la fuga.
Existe un gran riesgo en no retener el talento. Pues los empleados verán la necesidad de cambiar su puesto de trabajo e iniciar en una nueva compañía. Esta postura no evitará que un empleado se vaya, sino que este ambiente provocará una constante rotación del personal.
Pero el talento no solo se ejercita con oportunidades de futuro, es un trabajo diario. Es un elemento esencial y por eso, ha de establecerse una política de empresa con este objetivo.
Formas de gestionar el talento en las empresas
Ante esta necesidad, muchas compañías han decidido inclinarse por introducir una serie de estrategias con la finalidad de solventar la escasez de talento e incrementar aquel que ya poseen.
El primer paso es identificar y analizar cada talento. En muchas ocasiones, queremos que los empleados sean multitarea y no prestamos atención a aquello que realmente se les da bien. Además, dependiendo de las funciones que realicen pueden ser más productivos o no.
Como managers, se ha de desarrollar la capacidad de conocer qué es aquello que desea, cuáles son sus necesidades y qué labor efectúa con más destreza nuestro empleado. Puede que sea apto para el puesto, pero que sus competencias funcionen en mayor medida en otra vacante. En este caso, se puede reubicar para que encaje mejor con su talento. Aunque parezca una gran inversión de tiempo y dinero, a la larga incrementará el desempeño y será más rentable que en un principio.
Todos y cada uno de los empleados tienen talento, pero las compañías no saben cómo aprovecharlo. Así pues, una forma de gestionarlo es alimentarlo. Ya contamos con empleados que se implican y para conseguir que este efecto no se desvanezca hay que nutrirlo.
Existen muchas estrategias que favorecen el progreso interno. Entre estas, se pueden implantar programas de desarrollo profesional, de liderazgo, de reconocimiento, etc. Pero para comprobar que proceso se adecua a cada uno, debe de haber feedback continuo. De este modo, se podrá ir modificando a medida que vaya evolucionando el empleado a lo largo de su vida laboral.
La rotación de personal siempre va a existir. Nosotros como empresa podemos controlar lo que sucede en este entorno, pero también, coexisten otros factores fuera de nuestra actuación. De esta manera, una de las formas de gestión del talento más importantes es la búsqueda de nuevos talentos.
Todo empresario quiere tener un equipo con mucho talento en su empresa. El reclutamiento es un proceso con muchos pasos que hay que cuidar. Desde la redacción hasta la entrevista e incluso el proceso de onboarding, todo debe orientarse a encontrar a aquella persona ideal para la vacante.
Todas estas formas de gestión, no funcionan si la empresa no adopta esta forma de actuar a su filosofía y su cultura organizacional. Como hemos visto, mejorar la administración del talento en la empresa es un aspecto que puede abordarse desde distintos enfoques. Del mismo modo que cada persona en particular posee una destreza, también hay diferentes maneras de motivar y fomentar estas cuestiones. Según la situación, la empresa puede establecer distintos modelos de compensación como la conciliación o la flexibilidad. Una compañía preocupada por esta cuestión, creará iniciativas para ser “best place to work”.