Las botas pisacacas o pisamierdas reciben ese nombre por su origen histórico. En sus inicios, hacia los siglos XVII y XVIII, cuando se usaban principalmente para atravesar campos en los que pastaba el ganado. Era irremediable, por tanto, pisar los excrementos de las reses, especialmente de las vacas.
De esta manera nace el término botas pisamierdas, pero con el tiempo han ido recibiendo otras denominaciones. De hecho, en la actualidad también se las conoce como botas safari. Con su evolución se ha ido adaptando a nuevos usos y en la actualidad se concibe más como un calzado protector frente al frío, que garantiza confort térmico, pero que sigue incluyendo acabados muy duraderos.
Estas botas, en su modelo más tradicional, siguen siendo de serraje afelpado, con suelo de goma y cierre con cordones o velcro. Son muy populares como calzado infantil, por su resistencia y adaptación en flexibilidad, pero no por ello dejan de estar presentes para otras edades.
¿Qué necesitas para limpiar tus botas pisamierdas de hombre?
Un primer aspecto a tener en cuenta es que las botas pisamierdas son calzado elaborado a partir de piel, no de ante. Esto es importante para el proceso de limpieza, que está muy ligado al grado de suciedad que acumulen las botas. No va a ser lo mismo retirar manchas de polvo, tierra o suciedad superficial, que limpiar manchas de grasa, aceites y similares.
De este modo, los elementos básicos para limpiar las botas pisacacas de hombre son un cepillo con cerdas metálicas y productos de limpieza que son comunes en casa: amoníaco, caucho y un poco de sal. El uso de uno u otros va a depender de la complejidad del proceso.
Primer paso, valorar el estado de suciedad de las botas
El proceso de limpieza siempre finaliza con el uso de un cepillo de cerdas metálicas que se pasa suavemente por todo el zapato, para recuperar la calidad natural del afelpado con movimientos que se asemejen al peinado de las botas.
Pero para llegar a este paso hay que comprobar cómo de sucias están las botas. Si solo es suciedad producida por manchas superficiales, polvo y tierra, bastará con esta acción. Pero si hay manchas de grasa o incluso de líquido que ya se han secado, la tarea es más laboriosa. Aún así, no es muy complicado devolver a su estado natural este calzado.
¿Cómo limpiar manchas de grasa?
Las manchas de grasa, de aceite o productos similares, que se van infiltrando, son más complejas de retirar, pero existe un truco si todavía la mancha está húmeda. La solución pasa por poner un puñado de sal en esa zona y dejar que actúe por al menos un día. En ese tiempo la sal irá absorbiendo parte de la grasa. El paso final es cepillar como en la solución anterior hasta quitar el cerco.
¿Qué ocurre con las manchas de líquido que se han secado?
Para estas situaciones, cuando el líquido ya se ha secado, la dinámica pasa por cepillar las botas y retirar todo el polvo y, más tarde, limpiar con una solución de amoníaco y agua. No hay que empaparlas en exceso, sino dejar que el producto actúe y secar a la sombra. Cuando estén totalmente secas, se vuelve a cepillar para recuperar el afelpado del serraje.
En estas situaciones y, especialmente cuando se queda algo pegajoso en el calzado, otra fórmula interesante es la de usar un trozo de caucho a modo de goma de borrar, pues irá retirando ese material resecado. Si no funciona, prueba a poner las botas cerca de una fuente de vapor, principalmente sobre la zona a limpiar y dejar que actúe el calor, que va a ir humedeciendo la mancha hasta que resulte más fácil de retirar.
Más allá de la limpieza de las botas, que es una tarea a conocer, tan importante como esto es invertir en calzado de calidad. En La Valenciana cuentan con un amplio catálogo de botas pisamierdas para hombre de alta calidad a precio inmejorable, todo ello con la garantía de una tienda que ofrece un completo servicio de atención al cliente y facilidades en todos sus envíos. La Valenciana es una empresa familiar de producción de calzado nacional con más de 70 años de experiencia y varias generaciones apostando por la innovación, la elegancia y la calidad en el servicio.