La Alhambra, rincones de España. El Magacín.

Hoy traemos para El Magacín un delicioso artículo de viajes por España escrito de los autores del blog Parajes por VisitarJavier y Laura, con una selección de las mejores fotografías de sus viajes. No tiene desperdicio ¡Que lo disfrutéis!:


En este post vamos a resumir lo mejor de nuestros viajes por España de una forma diferente, curiosa y original: con un toque literario. ¿Nos acompañas?

Parque del Retiro de Madrid al atardecer. El Magacín.

Como capital que es y lugar donde nacimos, nuestra ruta comienza en Madrid. Una ciudad donde Sabina nos pregunta:

«¿Te has parado alguna vez a ver los colores que estallan en Madrid cuando,

al salir del metro en una tarde otoñal, el sol se va?»

Sabina

Una ciudad, una gran ciudad con historia, aunque muchos no lo crean. Y que surgía de esta manera, como escribió Miguel Hernández:

“De entre las piedras, la encina y el haya,
de entre un follaje de hueso ligero
surte un acero que no se desmaya:
surte un acero.

Una ciudad dedicada a la brisa,
ante las malas pasiones despiertas
abre sus puertas como una sonrisa:
cierra sus puertas.”

Miguel Hernández

Madrid nos encanta, su Gran Vía, su Plaza Mayor y otros lugares menos conocidos quizás, como El Capricho. Pero también fuera de la capital nos ofrece una amplia variedad turística con pueblos tradicionales y pintorescos como Chinchón o Colmenar de Oreja, pueblos con un mágico encanto como Patones de Arriba y otros palaciegos como Aranjuez y amurallados como la Villa de Buitrago de Lozoya.

“¡Notable es aquel palacio!,
¡Edificio peregrino!
Galerías, salas, cuadros,
Mármoles y jaspes lisos,
La capilla y corredores
Y aquel retablo divino
Del Ticiano, y el reloj
De tan notable artificio.”

Lope de Vega a Aranjuez

Se suele decir “de Madrid al cielo”, pero nosotros lo cambiamos un poco y seguimos nuestro camino hacia tierras castellanas, “de Madrid a Castilla”, donde:

“El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.
El ciego sol, la sed y la fatiga
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.”

Manuel Machado

Tras pasar la sierra madrileña nos adentramos en Segovia, conocida por su grandioso Acueducto, sin olvidarnos de su hermosa Catedral y su bellísimo Alcázar. Una provincia con un paraje natural, como las Hoces del Duratón, que no podéis dejar de visitar y con los preciosos jardines de La Granja de San Ildefonso, muy recomendables.

“La capital de Segovia
es como el culo de una taza,
que todo es cuesta arriba
hasta subir a la plaza.”

-Copla a Segovia

¡Hay tanto que ver! Pero dejamos la provincia segoviana para descansar bajo la sombra de la Muralla de Ávila y admirar su Catedral e historia. Y pueblos como El Barco de Ávila os esperarán con sus brazos abiertos.

Continuamos nuestro viaje a través de encinares, penetrando ahora en la misteriosa Salamanca.

“Alto soto de torres que al ponerse
tras las encinas que el celaje esmaltan
dora a los rayos de su lumbre el padre
Sol de Castilla;
bosque de piedras que arrancó la historia
a las entrañas de la tierra madre,
remanso de quietud, yo te bendigo,
¡mi Salamanca!”

Miguel de Unamuno

¿La conocéis? Pasearos por sus calles, descubrid sus monumentos y contemplad maravillados su Plaza Mayor.

Hemos recorrido pequeños pueblos como Puente del Congosto, a orillas del Tormes, o Curiel de Duero, ya en Valladolid y cercano a la bella Peñafiel, con su maravillosa Plaza del Coso.

Antes de dejar tierras castellanoleonesas, no podemos dejar de hablar de sus vinos y, cómo no, del jamón ibérico. Exquisiteces, un regalo para nuestros paladares. Y como dice el sabio refranero:

“Con jamón y buen vino se anda el camino.”

Por lo que tras este parón gastronómico nos ponemos en marcha rumbo a Zaragoza, donde la Basílica del Pilar os dejará impresionados. Pero visitad la Seo, os sorprenderá.

Zaragoza está en un llano,
y la Torre Nueva en medio,
y la Virgen del Pilar
a las orillas del Ebro”.

Blas Mora

Plaza del Pilar de Zaragoza. El Magacín.

Y en esta provincia aragonesa se encuentra una de las maravillas naturales de la Península Ibérica, ¿ya sabéis cuál?

Un lugar de naturaleza extrema, cascadas sorprendentes, cuevas y grutas visitables, y agua, mucho agua. Hablamos del Monasterio de Piedra, que está perfectamente preparado para que lo podáis visitar.

Dejando atrás Aragón cogemos vientos hacia el sur adentrándonos en tierras quijotescas, de molinos y leyendas.

“Unos molinos de viento
me salieron al camino.
Tierra de hidalgo y pollino,
donde narró aquel evento
el escritor más divino.

En el pueblo las campanas,
-y en el campanario un nido-
repicando en las mañanas
a las horas más tempranas
doblando alegre el tañido.”

Ángeles Asensi

Monasterio de Piedra en Zaragoza. El Magacín.

Cruzando Guadalajara y sus pueblos negros bajamos hasta Cuenca, con sus Casas Colgadas y rincones que te enamorarán.

Casas colgadas de Cuenca. El Magacín.

Llegamos a Ciudad Real. Una provincia que hemos recorrido bastante, conociendo pueblos como Almagro, Puerto Lápice, Manzanares o San Carlos del Valle. La tierra de Deraway. Sin pasar por alto Villanueva de los Infantes.

Lagunas de Ruidera, Tablas de Daimiel.

“Esta inmensa mole a Andrés Santo alzada
en lado de Mayor Plaza infanteña

sepulcro es a una cumbre madrileña
y eterna de sus huesos la morada.

La villa es bella, esbelta y balconada.
Mantuvo con Montiel guerra enriqueña
hasta ganar la lid y quedar dueña
del Campo y la comarca ya citada.”

Juan Pablo Mañueco

Descubrimos también sus dos tesoros, Las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera. Ambos un oasis en esta tierra árida de La Mancha.

Castilla-La Mancha Molinos de El Quijote. El Magacín.

Antes de dejar esta Comunidad no queremos olvidarnos de Consuegra y sus molinos y de la histórica y preciosa Toledo, con su Catedral, iglesias y Alcázar. Aunque esta ciudad es para patearla e ir descubriendo sus rincones, plazitas y callejuelas dejándote llevar por su empedrado suelo.

Puente de San Martín, Toledo.

“Estaba puesta en la sublime cumbre
del monte, y desde allí, por él sembrada,
aquella ilustre y clara pesadumbre
de antiguos edificios adornada.»

Garcilaso de la Vega

Dejamos Castilla-La Mancha y nos dirigimos a Extremadura, una provincia que apenas conocemos, salvo Guadalupe y alrededores, además de Trujillo.

Plaza de Trujillo.

Siguiendo hacia el sur, atraídos por el aroma a azahar, llegamos a Sevilla, que Rafael Castañeda describía así:

Sevilla sigue teniendo
un sol de radiante luz
y amores entre penumbras
del Barrio de Santa Cruz
¿qué más se puede pedir?
Si la gloria está en Sevilla
juntito al Guadalquivir.”

Rafael Castañeda

Plaza de España, Sevilla.

Impresionante la Giralda y bello el Puente de Triana, con la Plaza de España como bandera. Camina entre su gente y disfruta del ambiente de esta andaluza ciudad.

Desde aquí nos fuimos a la Tacita de Plata, a Cádiz.

“Ciega de tanta claridad tu orilla,
isla de blanca luz que reverbera.
Para la Historia, liberal semilla
de la que nace, al filo de tu espada,
fuego de libertad que es mancillada
por el francés que quiere dominarte;
mas del bronco cañón de Bonaparte
¡te burlas con tu gracia iluminada!”

Juan Morales Rojas

Capital del arte y la gracia, con uno de los mejores carnavales del mundo y uno de los mejores atardeceres de España.

De la playa al interior, a perdernos entre el mar de olivos jienenses. Baeza y Úbeda, ciudades Patrimonio Mundial, con eso se dice todo. Y la capital, Jaén. Una ciudad donde la Catedral se alza protagonista y es controlada por su castillo desde las alturas.

“¿Quién en Jaén ya no ha estado
y ha visto su catedral
de grandeza sin igual?
¡Todos quedan asombrados!
Más Jaén no es solamente
su preciosa capital.
La provincia es un panal,
que guarda riqueza ingente.
Úbeda junto a Baeza
son pueblos de gran nobleza
recuerdos de su hidalguía.
Conócelos con presteza,
pues son, por su gran belleza,
orgullo de Andalucía.”

Antonio Pardal

También conocemos Granada, y cómo no, su maravillosa Alhambra.

“¡Granada no ha sufrido transformación alguna!…
La misma luz de seda, la misma paz ambiente;
El Darro se desliza voluptuosamente
Arrullando los cármenes con su vaivén de cuna…

¡Paseo de los Tristes!… ¿Recuerdas?… Floreciente
De ensueños, aún suspira su tristeza moruna
En los hilos de perlas que desgrana la fuente
Que evoca una pupila lagrimeando luna.”

Villaespesa

¡Y qué decir del Albaicín! Un barrio con un encanto agarrador, que te atrapa sin más y que te hace deambular de calle en calle, de plaza en plaza, descubriendo rincones mágicos y geniales miradores desde los que vislumbrar la belleza de la Alhambra.

Tras dejarnos hechizados Granada, de nuevo nos vamos a la costa. A disfrutar de las maravillosas playas almerienses del Cabo de Gata. Un Parque Natural con playas y calas de una belleza extrema, algunas escondidas y casi intactas.

Y terminamos nuestro viaje en la Región de Murcia. En su capital, mediterránea, barroca y bañada por el río Segura, destaca la Catedral, que emerge de la huerta murciana.

Murcia.

Murcia, la patria bella,
de la Huerta sultana;
novia, rica y lozana
siempre llena de azahar.”

Pedro Jara Carrillo

Pero también encontramos otra bellísima e histórica ciudad en esta región, Cartagena. Puerto de Culturas, monumental y marítima. Su puerto y el Teatro Romano son sus máximos protagonistas.

Teatro romano de Cartagena, Murcia. El Magacín.

“Con esto poco a poco llegué al puerto
a quien los de Cartago dieron nombre,
cerrado a todos vientos y encubierto
y a cuyo claro y singular renombre
se postran cuantos puertos el mar baña,
descubre el sol y ha navegado el hombre.»

Miguel de Cervantes

Tras visitar las dos ciudades pilares, nos vamos de nuevo a la costa. Concretamente a ese lugar conocido como el Mar Menor, el lago de agua salada más grande de Europa. Ideal para los más pequeños por sus tranquilas aguas y también para la práctica de distintos deportes náuticos.

La Manga del Mar Menor, Murcia. El Magacín.

“Este mar es un mar arracimado
en dos brazos de tierra, clamorosos
de jaloque y leveche…; es un espeso
vino viejo de sales y de yodo.
Es un mar para jóvenes intactos;
y es un mar para seres que ya saben
lo que el mar lleva en sí, desde la tierra.
Es un mar sin jinetes, no galopa.”

Carmen Conde

Y otro lugar sorprendente y caprichoso es La Manga. Una lengua, una barrera que divide dos mares. A un lado, el tranquilísimo y plácido Mar Menor. Al otro, las olas, el Mediterráneo.
Esta larga barrera comienza en Cabo de Palos, un rincón que aún guarda ese sabor marinero. El Faro, en lo alto, vigila las aguas.

Y muy cerca de aquí, otro enclave natural espectacular, el Parque Regional de Calblanque. Un paraíso de playas y calas salvajes, casi vírgenes y de las mejor conservadas de todo el litoral mediterráneo.

Con este maravilloso paraje damos por finalizado el post. Hemos recorrido a través de él muchos de los lugares que hasta ahora conocemos.
Continuaremos viajando para seguir conociendo otros nuevos y, por supuesto, contarlo en nuestro blog y redes sociales. ¡A viajar!

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