Ventajas de las calderas de condensación de gas
Calderas de condensación de gas Ariston

Las calderas de condensación son el sistema que presenta una mayor eficiencia para el agua caliente y la calefacción a gas. Tal es la eficiencia de las calderas de condensación a gas que desde el año 2015 es el único tipo de caldera que se permite construir en Europa, quedando el resto de las calderas de menor eficiencia condenadas a su gradual desaparición del mercado y de los hogares.


A continuación, te presentamos las mayores ventajas de este sistema.

Alta eficiencia energética de las calderas de condensación a gas

Las de condensación son las calderas a gas de mayor eficiencia, al conseguir rendimientos que rozan el 100% sobre el poder calorífico superior, o sea, incluyendo el poder calorífico que aporta la propia condensación.

Respecto al poder calorífico inferior, el rendimiento de las calderas de condensación a gas alcanza el 109%.

Este nivel de eficiencia se logra porque las calderas son capaces de recuperar el calor latente que proviene de la condensación de vapor de agua, un calor que era desperdiciado por la salida de humos en las calderas convencionales.

Ahorros en la factura del gas

En comparación con las calderas convencionales, las calderas de condensación logran un ahorro energético aproximado al 25 o al 30%, que se traduce cada mes en un ahorro energético en las facturas del gas. Esto hace que la caldera de condensación sea amortizada a los pocos meses de su instalación.

Reducción de las emisiones contaminantes

Este tipo de calderas tienen la capacidad de trabajar a bajas temperaturas gracias a que recuperan la energía de condensación, lo que se traduce en una mayor eficiencia y en una notable limitación en la emisión de gases contaminantes.

Las calderas de condensación son capaces de reducir hasta en un 70% la emisión de dióxido de carbono (CO2) y de óxido de nitrógeno (NO). Es por esa que la gradual sustitución de calderas convencionales por calderas de condensación está ayudando a reducir la emisión de gases que contribuyen a la creación del efecto invernadero, así como a evitar nocivos efectos para la salud pública como el llamado smog fotoquímico.

Son más silenciosas

Las calderas de condensación tienen un funcionamiento sin paradas, por lo que el continuo y “explosivo” sonido de su encendido y de su apagado puede ser evitado. Su ventilador es modulante, adaptándose a la cantidad de combustible que quememos.

Sencillo mantenimiento de las calderas de condensación a gas

Las calderas de condensación a gas tienen un mantenimiento sensiblemente más sencillo, rápido y efectivo que el del resto de calderas convencionales. Las calderas de condensación ya no pueden definirse como el futuro, siendo ya un presente absolutamente hegemónico. Por su ahorro energético y económico, su eficiencia y su condición ecofriendly, es, sin duda, una apuesta segura.

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