El Mundial que ganó España en 2010 fue el espacio televisivo más visto en la historia de Cataluña, sin embargo tanto el ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat de Cataluña han puesto todas las trabas imaginables para impedir instalar pantallas gigantes en Barcelona. Muchas empresas se han ofrecido a sufragar los gastos de la instalación como Línea Directa, TOSHIBA o BBVA, pero el ayuntamiento ni tan siquiera ha permitido instalar pantallas en las últimas dos finales de Eurocopa de 2008 y 2012 (que España ha ganado).
La última vez que la Selección Española de Fútbol visitó la ciudad condal fue hace 12 años, el 18 de febrero de 2004. El estadio olímpico de Barcelona acogió el amistoso frente a Perú que finalizó con victoria para España por dos goles a uno. Desde entonces, Madrid, Valencia, Andalucía, Galicia, Extremadura o Murcia han visto jugar a la Roja, mientras que los catalanes hace más de una década que no pueden disfrutar con su juego en vivo.
Se produce la paradoja de que en el mundial de 2010 había cinco futbolistas catalanes en el equipo titular: Piqué, Capdevila, Puyol, Busquets y Xavi Hernández, mientras que el único representante andaluz era Sergio Ramos. En cambio desde 2004 España ha jugado 10 veces en Andalucía y ninguna en Cataluña. ¿Cómo es posible?
A finales de 2015 nació una plataforma llamada «Barcelona con la Selección” formada por un grupo de jóvenes catalanes con la ilusión de ver jugar a España en Cataluña. La presentación oficial la harán el próximo viernes día 19 de febrero en un acto en la Sede de Acción Cultural Miguel de Cervantes de Barcelona.
A veces lo más sencillo es lo más complicado
Aquel día de 2010 en el que Iniesta marcó el gol en Johannesburgo quedará grabado en la retina de millones de españoles durante generaciones. Un país entero por unos instantes olvidó la crisis y por olvidar olvidó incluso las discusiones políticas. Parece mentira que once jugadores puedan hacer felices a tantas personas, esa es la magia del fútbol.
Según los creadores de Barcelona con la Selección “No se sabe cuándo puede acabar esta etapa de oro del fútbol español, por lo que sería un error imperdonable dejar pasar los mejores años del deporte español sin salir a vivirlo todos juntos. Queremos que se comparta esta pasión también en Barcelona”. Sus objetivos son muy sencillos y prácticamente cumplidos en la mayoría de ciudades españolas: que se pongan pantallas gigantes en las calles de la capital catalana para ver los partidos de España en la Eurocopa de 2016 y que la selección juegue un encuentro en Barcelona antes de que finalice el 2017. Su mejor baza es que se trata de una plataforma totalmente apolítica que tiene como único propósito aglutinar de forma pacífica en las calles de Barcelona a todas aquellas personas que quieran disfrutar de algo tan sano y bonito como es el deporte.
¿Pondrán Ada Colau y Puigdemont trabas a la pasión de un pueblo? Lo veremos en breve.