La Formación Profesional en España ha experimentado un alto crecimiento en los últimos años, llegando este a ser del 45%. Este crecimiento, además, sigue una tendencia que, todo indica, se mantendrá en el tiempo. No hay duda de ello, y ya hay algunos fondos de inversión que siguen de cerca este sector. Hoy hablaremos de el auge de la rama sanitaria en la FP.
Si hasta hace poco los estudiantes ponían el foco en las carreras universitarias y relegaban a un segundo plano la Formación Profesional, hoy en día, se han convertido en alternativas que se contemplan a la par, ya que se pueden encontrar títulos como del de técnico de farmacia y parafarmacia que son perfiles cada vez más demandados y se adquieren conocimientos y conceptos cercanos a la carrera de Farmacia.
Las salidas profesionales, un motivo para decantarse por la FP
En este sentido, a la hora de elegir los estudios, además de la vocación y el interés general por la materia o el sector, las salidas profesionales consiguen a veces inclinar la balanza.
De hecho, durante 2020, cuatro de cada diez ofertas de empleo requerían un título de Formación Profesional, algo que, sin duda, llama la atención y que sigue rompiendo con la creencia que había existido en el mercado laboral hasta la fecha.
La formación profesional suele estar caracterizada por ser eminentemente práctica, mucho más que los estudios universitarios. Igualmente, al contar con menos alumnos, las clases son mucho más personalizadas y ágiles.
Ese carácter práctico, además, también se traduce en nuevos módulos o títulos que van surgiendo a medida de que se va detectando la necesidad en la sociedad, reciclando siempre contenidos, especialidades y forma de hacer las cosas.
La rama sanitaria como preferida
Entre los títulos más demandados en la actualidad se encuentran los de la rama sanitaria. Quizá antes también estaban entre los top ten, pero actualmente, con la pandemia, el interés por este sector ha aumentado de manera considerable.
El grado medio en Farmacia es uno de los más cotizados. Está homologado, como todos los títulos de FP, por el Ministerio de Educación, y se tienen acceso a conocimientos médicos sobre cómo elaborar y dispensar productos médicos o gestionar recetas, tanto en farmacias como en hospitales.
En este sentido, hay que destacar que los propios hospitales cuentan con un dispensario que hay que saber manejar, con una cierta metodología para lo que hay que contar con una serie de directrices.
En cualquier caso, los lugares de trabajo no se reducen sólo a hospitales o farmacias, también los laboratorios farmacéuticos buscan técnicos que puedan servir de auxiliares para formulación o apoyo en investigación.
Al contar con un módulo cuya carácter es tan práctico, 80% vs. 20% teórico, las personas comienzan su andadura profesional de una manera más segura y firme. Además, dependiendo de dónde se realice, se suele contar con prácticas en farmacias, laboratorios u hospitales para tener cuanto antes la primera experiencia laboral y empezar a coger el pulso.
Como se ha señalado al principio, se espera que la FP siga en crecimiento y mucho más después de la inversión que ha hecho el Gobierno recientemente tanto económicamente como en promoción y divulgación sobre sus valores y su capacidad.
