Diferencias entre un VPN y un Proxy.
Diferencias entre un VPN y un Proxy.

Entre un VPN (Red Virtual Privada) y un servidor proxy existe al menos una similitud: permiten conectarse a equipos remotos a través de Internet. Pero solo se limita a ello, ya que ambos recursos son diferentes en la forma como realizan su tarea (conexión, privacidad, encriptación).

A día de hoy muchos usuarios piensan que un VPN y un proxy es lo mismo. De ahí la importancia de saber sus diferencias, utilidades, ventajas, etc. A la hora de utilizar herramientas y programas de este tipo es fundamental que garanticen privacidad y seguridad. Aquí se consideran algunos detalles interesantes sobre el tema.

VPN

Una Red Virtual Privada (VPN) permite la conexión a Internet de forma protegida mediante una red local. Esto ofrece muchas ventajas, por ejemplo, la transmisión encriptada de cualquier información que se envíe desde un dispositivo hacia la red. De esta forma, se impide que alguien pueda acceder a los datos del servidor, ya que funciona como una red LAN.

En general, cuando un usuario se conecta a Internet, lo hace desde diferentes dispositivos ya sea a través de modem o router, y estos a su vez al proveedor de servicios. En el caso de los smartphones, la conexión (datos 4G) se genera desde el propio dispositivo, desde el modem que incluye el teléfono hasta la antena de la compañía.

Pero básicamente, el procedimiento es el mismo, indistintamente del tipo de dispositivo: comunicarse con el proveedor de Internet. Entonces, ¿VPN qué es? La principal diferencia de un VPN con cualquier otra conexión a Internet es su característica “virtual”. Por ejemplo, la conexión VPN admite crear redes locales, aunque sus partes no se conecten entre sí.

Y no solo eso. Gracias a esta particularidad, una persona puede comunicarse sin restricciones de ningún tipo desde un lugar del planeta al otro extremo del mundo. De hecho, cuando alguien se conecta a Internet utilizando una VPN, los dispositivos se comunican con el proveedor de servicios, pero todo pasa primero por el servidor VPN, luego se envía al destino.

De esta manera, la información queda cifrada, impidiendo que la compañía de Internet o cualquier otra persona conozca los sitios a los que se accede. Una demostración física de lo que ocurre al conectarse a un VPN, es que la dirección IP (número o protocolo que identifica la conexión) cambia de forma automática.

La nueva dirección IP está provista por la red virtual desde donde se realiza la conexión. Así una persona puede aparecer conectada en Estados Unidos, a pesar de encontrarse en España. Lo mejor de todo es que la red VPN encripta el tráfico de todas las aplicaciones del dispositivo conectado. Un servidor proxy interviene como intermediante para una sola aplicación.

En vista de todas sus ventajas, una red VPN se utiliza de diferentes maneras. Tanto a nivel corporativo como a nivel personal resultan útiles para conectar distintos trabajadores a la red creada, eludir geo restricciones, garantizar la privacidad, realizar intercambios privados, etc. Si bien es posible utilizar VPN gratis, lo mejor es acceder a servicios de pago más completos.

Proxy

El Servidor Proxy es muy distinto a una red virtual. Actúa de intermediario o enlace en las demandas de recursos de un ordenador e Internet. Al conectarse al proxy, la actividad ejecutada aparece como si procediera de la IP intermediante, en vez de la propia. Por este motivo, los proxys son ideales para burlar restricciones geográficas o gubernamentales, al igual que un VPN.

Sin embargo, ahí terminan las similitudes. A diferencia de una red virtual, que oculta todo el tráfico entre dispositivo y servidor en un túnel encriptado, el proxy permanece decodificado la mayor parte de la conexión, lo que implica un riesgo de seguridad en Internet. Cualquier persona con herramientas adecuadas y algo de experiencia puede acceder al tráfico de forma fácil.

Esta característica de punto intermedio ofrece unas cuantas funcionalidades, entre ellas: caché web, restricción a diversos tipos de tráfico, comunicación anónima, mejora de rendimiento, control de acceso, entre otras. Por cierto, aún se discute hasta qué punto debe ser considerada la intermediación del proxy (legítima o ilegal), de acuerdo con el contexto.

VPN o Proxy, ¿cuál elegir?

Entre ambos existen diferencias puntuales. No obstante, los dos ofrecen algunos beneficios dependiendo de la necesidad informática del momento. En cualquier caso, antes de utilizar estos recursos, conviene recordar que en Internet nada es estrictamente seguro. Por eso, al comparar el nivel de seguridad y privacidad de uno u otro, un VPN es superior al proxy. En resumen, un proxy solo es recomendado a la hora de ocultar la IP o realizar una navegación superficial sin compartir información personal. Pero si la demanda de tráfico requiere un cifrado sólido, una red virtual garantiza un plus adicional. En todo caso, siempre es mejor decantarse por VPN con funcionalidades completas, aunque sean de pago.

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