Siempre hay alguien hablando de lo buena que es la marihuana para la ansiedad, o lo increíblemente bueno que es el CBD para los dolores corporales. Todo esto es cierto, pero ya es hora de que empecemos a prestarle atención a las semillas de esta planta.
Se llaman semillas de cannabis, y esto engloba tanto semillas de cáñamo como semillas de marihuana. Las semillas de cáñamo son más o menos difíciles de encontrar, aunque las de marihuana suelen estar disponibles en growshops online.
Las dos variedades son completamente idénticas en cuanto a valor nutricional se trata (que es donde reside el punto fuerte de estas semillas) aunque las semillas de marihuana suelen tener una concentración mayor de THC y CBD, haciéndolas una mejor opción para gente que sufre de dolores corporales, náusea, epilepsia, etc.
Redescubriendo sus valores nutricionales
Hasta no hace mucho, era virtualmente desconocido lo mucho que podía aportar a nuestra dieta una ración diaria de estas semillas. Pero gracias a muchos estudios, hoy en día sabemos lo buenas que son estas semillas para nosotros.
La parte curiosa de todo esto es que este conocimiento ya existía – hay muchísima evidencia de que estas semillas formaban una gran parte de la dieta común en China hasta alrededor del siglo X, y está bien documentado el uso de las semillas en Grecia antigua.
También se comían en Europa en tiempos antiguos durante crisis y hambrunas.
Beneficios nutricionales
Resulta que podríamos beneficiarnos muchísimo de retomar los antiguos hábitos: Las semillas de cannabis tienen un perfil nutricional muy completo.
Contienen fibra soluble e insoluble, vitaminas y minerales, ácidos grasos… En fin, de todo. Vamos a verlo un poco más detenidamente:
100 gramos de semillas de cannabis:
(25% proteínas, 2% carbohidratos, 73% grasas)
- 580 calorías
- 36.7 gramos de proteína (más del 70% del valor diario recomendado)
- 3.3 gramos de fibra (semillas sin cáscara)
- 45 gramos de grasas, de las cuales 3 gramos son saturadas
- 10mg de hierro
- 600 de magnesio
- 11mg de zinc
Estos son solo algunos de los beneficios nutricionales de estas pequeñas semillas. Vamos a ver más detenidamente los dos mayores componentes en estas semillas:
Proteína
Estudios han demostrado que la proteína que proviene de las semillas de cannabis es muy fácil de digerir para la mayoría de la gente. Esto significa que hay mayor absorción de lo normal, aumentando la cantidad de nutrientes que somos capaces de asimilar a partir de este alimento.
También es importante notar que la proteína que encontramos en estas semillas es, como suelen llamarla, una proteína “completa”. Este término se usa para referirse a fuentes de proteína que contienen todos los aminoácidos esenciales para nuestro cuerpo. Aparte de la quinoa, una semilla proveniente de centroamérica, no hay ninguna otra fuente de proteína completa en el mundo vegetal.
Imagínate: Diez gramos de semillas (o, para ponerlo más visualmente, una cucharada) es prácticamente lo mismo que comerte dos huevos. Tienen más o menos el mismo contenido de proteína. Pero cantidad no es lo mismo que calidad: La proteína vegetal está ampliamente reconocida como mucho más beneficiosa para la salud que la proteína animal. Esta última ha sido reconocida como la causa de muchos problemas de salud, lo que significa que no solo tenemos que estar al tanto de cuánta proteína comemos, sino qué tipo.
Y no hay mejor tipo de proteína que la que contienen las semillas de marihuana.
Grasa
O, por ponerlo de mejor manera, ácidos grasos. La mayoría de las calorías en estas semillas provienen de la grasa.
Una de las cualidades más atractivas acerca de estas semillas es la relación entre grasas totales y grasas saturadas. Por cada 50 gramos de grasas totales, menos de 5 gramos son grasas saturadas: Esta proporción es difícil de encontrar en otros alimentos. Las grasas saturadas están relacionados con un montón de condiciones cardíacas, cardiovasculares, y del sistema circulatorio. Ocasionan endurecimiento de las paredes arteriales y aumentan el riesgo de embolia.
También contienen omega-3. La imagen mental que se os viene a la cabeza al leer omega-3 es probablemente pescado, más específicamente el salmón. Pero el omega-3 no está reservado a fuentes animales: Lo encontramos en muchas semillas, incluyendo las semillas de linaza y las de chía. Las semillas de cannabis tienen un alto contenido de omega-3, rivalizando con las semillas de chía, hasta ahora creídas como la mejor fuente de omega-3 del mundo vegetal.
Efectos gastrointestinales
La gran cantidad de fibra puede, al principio, causar molestias. Después de todo, nuestras dietas suelen tener serios déficits de fibra– y acostumbrarse es algo difícil.
No es nada fuera de lo común experimentar cierta incomodidad al consumir semillas de cannabis. La mayoría del problema es, como mencionamos, la introducción de fibra a una dieta que más bien tiene poca fibra. Otra causa puede ser la presencia de CBD y THC, que pueden irritar el estómago de aquel que no está acostumbrado.
En general, la ingesta de semillas de cannabis es beneficial para tu estómago. La gran cantidad de fibra insoluble de estas semillas tarda en digerirse – se digiere lentamente, transformándose en una capa gelatinosa que cubre tus paredes estomacales. Esto le da tiempo de sobra a todas las bacterias de tu estómago que se encargan de mantenerlo saludable de alimentarse bien. Un 80% de la fibra en estas semillas es soluble. No sería raro ver un cambio positivo en regularidad y en salud intestinal al comer semillas de cannabis diariamente.